martes, 14 de junio de 2016

Los etéreos: CAPÍTULO 3


Capítulo 3: Reuniones y cumpleaños ... 

Mientras Alegría tarareaba y Tristeza lloriqueaba como de costumbre, Ira no paraba de gritarles e impaciencia le metía prisa. Entretanto Sabiduría aconsejaba a Ira de que las cosas no se arreglaban así e Ignorancia no sabía ni que hacía allí ese día. Emoción no paraba de mirar hacia abajo a la tierra, donde se estaban soplado unas velas y Nostalgia en vez de mirar abajo miraba atrás, hacia atrás en el tiempo.

Los demás etéreos estaban cada uno a lo suyo, pero caben destacar a la "indudable" Duda, que tras ser obligada por Decisión a entrar ahora dudaba donde sentarse, y a Poder, que debía sentirse el jefe o el cabecilla de la reunión por que se había apropiado del mejor asiento, que era casi un trono, por sugerencia de avaricia, y miraba a los demás con Desprecio (literalmente, pues este estaba a su lado) y a sus pies se encontraba el pequeño poder.

Este deseaba poder empezar la reunión pues a eso había venido y además de poder empezar, pues había llegado todo el mundo, debía. En eso Deber le apoyaba fervientemente.

A Nosué ahora mismo le invadían varios etéreos, desde Emoción por su cumpleaños, pasando por Amor, por recientes sucesos y por Duda por otros acontecimientos varios.

Cenaron toda la familia reunida en el salón de su pequeña casa, cosa que no solía pasar de habitual. La familia de Nosué era muy normal: el padre, un hombretón grande, alto y fornido que por estas características nadie diría que Nosué era el quinto de sus seis vástagos…; la madre,  amorosa con todos,  o la mayoría de sus hijos;  y sus cinco hermanos, los cuales todos trabajaban las tierras en el campo del señor de la zona excepto Nosué y el más pequeño, ambos se libraron del duro trabajo ya que abrieron la escuela del pueblo cuando estos tenían la edad adecuada y como las cosas no iban mal, pudieron asistir a las clases que allí se daban.

Sobre la cena no hay mucho que contar, Esfuerzo no intervino más que lo justo, aunque Justicia no sé si estaría muy de acuerdo con la expresión anterior.
Tras este día todo pareció seguir su cauce pues Nosué siguió con los estudios y, por otro lado, los etéreos no habían decidido nada con su reunión, lo normal.

Aunque que no hubiesen tomado decisión alguna no quiere decir que nada ocurriese, pues como todo bien conocedor de los etéreos sabe, la mayor parte de las veces ni se enteran de que cambian las vidas de las razas que viven sin saber siquiera de la existencia de estos seres.

Y, cuando no sabes que algo existe, no puedes evitar sus consecuencias, y menos controlarles.

Continuará...


sábado, 11 de junio de 2016

Las estrellas de Mirta: capítulo 4

Lee los capítulos anteriores pinchando aquí.

Capítulo 4: Los amigos de Mirta.

El pajarito me acaba de aclarar que es una niña, y según creo eso no es ninguna especie de ave. También me ha dicho que se llama Mirta, quizá sea alguna subespecie, pero  Mirta y yo nos estamos haciendo amigas.

Ella también estaba sola, y ahora ninguna nos sentimos así, creo que nos seguiremos llevando bien mientras se siga riendo de esa forma. Me hace sentir bien.

Parece ser que Mirta ya había tenido antes otros amigos, pero al no poder salir a jugar, según me cuenta, ya no los tiene. Al menos eso la dijo Elisa, su supuesta amiga de toda la vida. Aunque Mirta, como no, no sabía de que vida había sido pues solo recordaba a Elisa en su única visita a su  pequeña cárcel hace más de un año ya.

En esto estábamos cuando un resplandor nos recordó el paso imperturbable del tiempo y Mirta tuvo que bajar por donde había venido, al igual que yo.

Mucho más tarde de este acontecimiento pude oír hablar de las antiguas amigas de Mirta. 

Mi nueva amiga era muy simpática, risueña, alegre e imaginativa (ya hemos hablado de eso...) por lo que nunca la había resultado difícil hacer amigos, ahora ya pocas oportunidades tenía de conocer a otros niños.

Resultó que la mejor amiga de Mirta si que había sigo Elisa, a la que conocía desde la guardería y nunca la había fallado. También estaban Julia y Pedro, dos gemelos de lo más simpáticos que  había compartidos muchos momentos junto a Mirta.

No era nada difícil ser amiga suya, nunca te ibas a aburrir. Un día nos invadían los OVNIs y otro viajábamos a la prehistoria... con Mirta todo era divertido y podías explorar un sinfín de mundos hasta la hora de la cena.

Continuará...