jueves, 29 de diciembre de 2016

Estas instrucciones las he escrito para un trabajo de lengua en el que teníamos que hacer una revista tratando varios temas de literatura y contexto histórico del siglo XV. Así pues están ambientadas en esa época como podéis notar en la primera línea: 

Nuevas tecnologías: La brújula

Los tiempos cambian y en pleno siglo XV las nuevas tecnologías nos sorprenden a diario. La última novedad ha sido la brújula, una cajita metálica que básicamente nos señala el norte. He aquí unas breves instrucciones de cómo, cuándo y para qué usar el útil aparato:

En primer lugar se necesitará una brújula y tener un destino fijado o saber hacia qué dirección queremos avanzar, pero al mismo tiempo, no saber dónde de nuestro alrededor se encuentra dicho destino. En el caso de que cumpla el primer y segundo requisito pero no el tercero puede guardar la brújula y empezar a andar sin más dilación.

En el caso de que cumpla los tres: saque la brújula con una de las dos extremidades superiores de donde la tenga guardada (si es irremediablemente necesario puede usar las dos). A continuación, alce la brújula a una altura cómoda, más o menos formando un ángulo de 70º o 60º respecto al pecho, siempre a gusto del sujeto. Esta vez sí que es necesario hacerlo con una de las extremidades (para futuras referencias: mano) puesto que con la otra se procederá a abrir la tapa de la caja metálica. Dada la complejidad de la acción se explicará detalladamente a continuación, pero antes es procedente dar algunos avisos:
  • No se podrá averiguar la dirección sin abrir la tapa.
  • Después de abrirla no la cierre sin antes fijarse en la aguja, ese es el objetivo.
  • Cuando haya terminado y se disponga a cerrarla, no olvide ningún dedo en la zona de contacto entre la tapa y la base.
  • Espere a que la aguja se pare para fijar la dirección.



Para abrir la brújula agarre con fuerza moderada la tapa y sin soltarla levante la mano hacia arriba manteniendo la otra en la misma posición tal y como se indica en la imagen.
Una vez abierta sujete la tapa mientras la aguja gira.
Cuando se posicione estará señalando el norte, a partir de ahí y teniendo en cuenta los cuatro puntos cardinales decida la dirección a tomar una vez haya observado la brújula, para ello mire hacia abajo, a la altura de la mano. Con la práctica, este proceso se realizará de manera automática.
Suerte y buen viaje!

Atención:

  • Vuelva a cerrar la caja antes de guardarla.
  • Cuando la aguja gire espere quieto, es decir, no gire con ella.
  • Si se encuentra en lugares no despejados no siga la dirección en línea recta.
  • Su uso se puede complementar con un mapa en el caso de estar en una ciudad.

Silencio

Con la mirada en un punto indefinido entre el teclado y sus mismos ojos. Su mente lejos de allí.

Las manos, temblorosas, sobre las letras, pero sin llegar a tocar ninguna.

Su cuerpo, tenso pero recostado sobre el sillón, y la cabeza levemente inclinada hacia atrás con mirada cansada.

Y pupilas dilatadas por la falta de luz, apenas hay un foco que no parece ser suficiente para nada. 

El silencio inunda la habitación. Silencio bajo la mesa. Silencio sobre ella. 

Silencio que no existe por sí mismo, si no, y nada más que, por la falta de algo más: lo que está en su mente.

Su mente grita, allí todo es un caos que sin orden ninguno, fluye. Siente tanto... pero no hay manera de expresarlo, y sus manos no llegan a pulsar una sola tecla. Quizá las palabras se quedan cortas, insuficientes, insignificantes... la situación se podría expresar mejor con una canción, aun así prefiere el silencio.

Suspira, no puede quitárselo de la cabeza, pero ni sus labios, ni sus manos, pueden expresarlo más allá de sus pensamientos. Ni decirlo, ni escribirlo, ni siquiera pintarlo. Todo queda en su mente, y fuera, todo queda en silencio. 

Silencio bajo la mesa. Silencio sobre ella. 

Silencio.